SELECCIÓN DE POEMAS

 

 

HAMBRE


Vago vacío
por esta casa vacía.
Mi mente vacía
de todas
esas ideas vacías.
Y se me arranca
el alma vacía
tras el exterior vacío
buscando con ansia
quien llene con su vacío
este universo vacío
toda esta angustia.
Que haga arder
en llamas vacías
todo este andamiaje vacío
hasta hacerlo cenizas
flotando vacías
en el vacío.


TU AROMA

Aroma a ti
que en mí siento,
en mí, donde ya no estás.
A ti, tanto después de ti
huele mi piel lavada,
mi cabello.

mi boca, ya sin tu lengua,
ropa y manos huelen a tu cuerpo.
En el aire que ocupo,
huelo y busco
y desespero

¡Dolor de aroma sublime!
que me sé, y que eres tu misma
Aroma que huelo y busco y no encuentro
siempre enloquecedor
Siempre tan intenso.


PÁJAROS

Entran pájaros en mi cerebro
picotean mis ideas
chillan
aletean
se arrebatan sus rapiñas
me confunden, me marean.
Trato de poner orden
pero no se escucha
los espanto
pero vuelven
Lo único que dejan
Son penas
escozores
y cuando menos lo espero
se marchan todos
dejándome vacío
solo
Entonces casi siempre
pienso
o a veces
lloro


GRITO

Alguien grita al silencio de la noche
rasgándolo como sábana.
Sólo un grito.
La noche muda es sudario, que lo acoge
y es de nuevo el silencio
como un pañuelo limpio.


FELICIDAD

La felicidad en la vida
son sólo granitos de trigo
dispersos por el camino
y que encontramos a veces
en lo duro del solano
o el silencio de la noche.

No hay felicidad en la vida
sólo felicidades encontradas
cual más grande
mientras más inesperada
más hallada y sorpresiva

Pero entre todas juntas solo hacen
un pequeño montoncito
la felicidad nunca forma un continuo
a lo más hay
un archipiélago de felicidades
en torno al continente
de la vida y el destino.


ASALTO

Se entró la realidad cual comadreja
a mi nidal de sueños asustados,
y no había ni aromo ni cerezo,
que peinara del aire los espantos.

Al grito de esperanzas perseguidas,
se helaron en el viento los canarios,
Y desplomando el naipe de la espera,
el día se hizo espaldas de un extraño.

Mil dientes de descarne y de despojo,
gritaban por la radio sus afanes,
remarcando sus huellas de despecho.

Pedacitos de un alma vuelta polvo,
se volaron, buscando hacia la tarde,
el asilo político en el cielo.
 

 

José Antonio Barros
(Antrix)



 

 

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